la MEMORIA


La  Memoria del Dolor
Estaban charlando la esperanza y el olvido;  el olvido advierte que la verdad se aproxima y la metamorfosis  emocional os hará sufrir de la irrefutable conciencia o memoria que cargará con la más pesada de todas las cargas que ha de aguantar, La esperanza os habla con soberbia y su característica felicidad pagada con monedas de brillante ignorancia dorada, dice que:
Cualquier  temor  sentido  sería vencido, y al conocer la verdad se glorificará la victoria con el actuar iracundo, los  primitivos instintos que desde la antigua prehistoria controlan las emociones, esta vez controlan el miedo y con tesón nos traerán goces divinos de ilusión, el olvido entre carcajadas de humor dice: mi querida amiga desconocedora, lo que tú no has de saber es que cada uno de los hombres solo posee una emoción y esta es el Miedo: único y verdadero sentimiento que nos impulsa a vivir. El miedo a la muerte os hizo sobrevivir, el coraje es un miedo más a perder. En ese momento nace la náusea, el olvido repite: la verdad no es más que la realidad inexistente, dando alientos a la esperanza que se nubla de misterios.
La esperanza ya derrama en sus entrañas sangrantes de afirmaciones subjetivas; la inestabilidad y es cuando la náusea se proclama con conciencia sobre el dolor y es controlada por la desesperación, en ese preciso instante el hombre pierde el miedo, conoce la verdad; ahí pierde el valor de la existencia tras conocer sus horrores.
En la fría oscuridad de aquel bosque, la esperanza ya agonizante conoce a Kleos quien dice que: el rugir del león se atestigua hoy; la valentía del sueño vence gigantes, su ambición camina entre los titanes, una nueva leyenda se hace inmortal, tal vence el miedo a morir y consigo vence la muerte. Ofrece en el dolor humano con la mirada más segura que jamás han de ver; ser el más grande de todos los hombres; buscándola a ella misma; buscando la gloria y fama permanente en siglos y siglos aun por venir sumergidos algún día en las arenas del tiempo, envuelta en la herida del guerrero. Su valentía será el rugir que la memoria de la historia nunca ha de dejar de oír; la perseverancia el más majestuoso de los talentos será su bendición maldita.
La esperanza alguna vez  no liberada por el  mal hermoso; quien fuese Pandora, lleva a cabo una existencia súbita ante las calamidades del mundo, nada compensará misericordia ante ella  ya que fue ella quien alberga en los indómitos lugares del corazón, el impulso de aún creer, siendo que rechaza a Kleos en sus palabras untadas en el ego y su piel envuelta en el vacío errante, buscando ser llenado por la próspera admiración de los ojos de la magnificencia.
Se presencia el deplorable derrame de lágrimas; mas allá del martirio y oprobio  conjurados por la verdad, un lago que fluye sin confines en caudales de escalofriantes espectros; es lo tenebroso de lo desconocido , la emoción salvadora de las almas sumergidas en las aguas del tártaro, tras subir escarpada y grandiosa montaña, aguantado el peso del castigo divino sobre su cuerpo al cargar la roca sentenciada por el Olimpo hasta la cima de aquella desolada montaña  donde por la eternidad la roca volverá a caer con furia divina por el engaño de Sísifo y tal deberá volver a la cúspide para luego retornar su penuria, por la esperanza el más astuto de los hombres desea continuar con su sufrimiento,   teniendo fe en que el frenesís de la ira frenara su actuar irrazonable, y es que no más que eso ha producido la esperanza desde Pandora hasta nuestros días, volver estúpidos a los hombres, creerles ser fuertes y sobrevivientes ante todo mal, creerles ser los dueños de la vida y muerte, soberanos sobre el mundo , esperanza y ambición son las hermanas que yacen aún en la caja liberadora de los males.
En el horizonte,  aparece la estela de la destrucción en proporciones indescriptibles  e inimaginables , proyecta de sus tentáculos llamas que incendian todo lo conocido por el hombre, toda su miserable historia de milenios destruida en segundos por aquella criatura que llega desde el espacio y en sus fauces escupe bramidos capaces de ensordecer hasta el último rincón de la tierra , sus sombra  capaz de oscurecer  todo occidente, pisadas estremecedoras son capaces de provocar los terremotos que parten la tierra, la lava quema cada humano  y sumergen en el olvido la humanidad, aquella bestia del cosmos hizo sentir a la esperanza el mal, hizo abundar en ella el miedo a lo desconocido, destruyo cada espíritu mortal y consigo su existencia, el carrusel de la vida humana ha parado, el gran chiste que fue destruirnos una y otra vez llega a su fin con los aplausos del cierre del telón, los actores que no fueron más que títeres ahora son cenizas,  la esperanza ahora ya es el olvido y dice a sí misma : la soledad ha de acompañar el andar frío entre las tinieblas, la sombra que no descuide jamás la silueta; será la compañía por el sinfín de los tiempos. Antes fue un sentir de grandeza  ante la miseria del hombre.  Las alucinaciones ni siquiera traen consigo consuelo llamado esperanza que algún tiempo supo camuflar el engaño entre las nubes de la fortuna desvaneciente ante la mayor de las tormentas; reflejo que nunca fue más que la ilusión.
Y en aquel infortunito instante, la cólera engañada por milenios por la fe y apaciguada por el olvido no soporta más el hecho  de permanecer encerrada dentro de una esclavizante jaula,  completa de dóciles garrotes manipulables por la compasión  que lleva el nombre de cordura, es brutalmente destruida por la irracionalidad  de las pasiones de aquel hombre cansado ya de estar encadenado a la impertuabilidad.
El fuego de la locura ascenderá, solo arde en la conciencia,  donde lo cuerdo se ve incendiado en las llamas de la destrucción. Él hombre despierta de aquel sueño que revela una verdad, la verdad del sentir, sudoroso e impaciente busca con la mirada encolerizada, con sus ojos ya desorbitados, el arma con la cual asesinará las pasiones, progenitoras del sufrimiento y  con torpes movimientos de ansiedad toma un gran aliento, reír nunca antes había provocado tan vil carcajada, donde sólo se puede oír ser disparada la bala que sentencia la muerte, que desfigura el rostro y esparce como lluvia roja la violenta sangre y sesos.
El suicidio da la esperanza a aquel hombre de escapar del juego eterno que fue volver a creer para destruirnos una y otra vez, pero a la vez sigue teniendo fe en la muerte y esperanza en una vida libre de ella… por aquello debe matarla junto a él… y es tan miserable que ni la muerte le libera de ella.
El demonio es el mismo, la locura refleja el miedo a lo desconocido y … tiene la esperanza

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